Te extraño… Pero en realidad no sé cómo es que se puede extrañar a la ausencia y al vacío, quizá te extraño porque estas ausente, pero cuando estas conmigo también te extraño, que ironía ¿no es así? Pero si me haces falta cuando estoy contigo podrías preguntar que extraño de ti… Y yo podría responder que extraño tus brillantes ojos que se esconden detrás de esos lentes tan intelectuales que hacen alusión a ti, tus labios delgados, tu nariz afilada, hasta extraño tu cabello rebelde, pero lo que más extraño son tus dedos largos y tus finas manos.
Extraño tu tranquilidad, tu impaciencia, hasta que me digas adiós… Cuando estoy cerca de ti quisiera decirte todo esto, más sin en cambio me concentro y te admiro y te idolatro como no debería hacerlo.
Confieso que si no estuviera enamorada de ti, tal vez no lo haría, pero entraste en mi corazón sin ningún aviso, me robaste un beso y con ello el alma. Ya no sé que es lo que quiero del amor, sólo sé que te quiero a ti, y te pienso, te sueño, te busco y tu no lo sabes, como tampoco sabes que te amo, que te quiero con todo el corazón, que te busco desesperada en otros brazos, en otras caricias y que cuando me doy cuenta de que tu no eres, lloro desesperada y te extraño aún más. Sí, es verdad, tú me advertiste que esto no sería nada serio, que no era necesario preocuparse por el amor…
Te tengo impregnado en mí, en mis besos… Recuerdo que aquellas dos veces que decidiste terminar todo sentía que la vida se me iba, me encontré perdida, me fui al abismo de la soledad… Y regresaste, no sabes aquella mañana cuanto te disfruté… Aquel nuevo encuentro, me sentía tan sola sin ti, tan perdida…
Siempre que no te tengo, voy en el camión siguiendo su ritmo y me ausento pensando en ti, buscando un modelo de auto gris por las calles, para ver si te veo, y sí, mi imaginación te pinta, y muchas veces te veo pasar, pero sé que sólo es mi imaginación y nuevamente te desvaneces en mis sueños, en mi corazón.
Sé muy bien que llegué tarde a tu vida, que ya hay alguien más en la tuya, aunque te lo pregunte varias veces y aunque lo niegues sin verme a los ojos, sé que hay alguien más…
Pero aún así acepté estar contigo y no sé como alguien puede aceptar una relación así, quizá porque en realidad a eso no se le puede llamar relación.
Muchas veces, más de una, más de dos, he intentado irme, alejarme de ti, sacarte de mi vida, pero como se puede sacar de su vida a alguien que ha logrado ser eso, vida.
Y esta como las demás cartas que no he tenido el valor de darte, será una más de las cartas que nunca entregué…